En este artículo vas a conocer más acerca de la importancia del branding en las empresas y cómo esta disciplina logra dejar una huella en los consumidores.
Con millones de empresas tratando de obtener renombre, tener una marca sólida se ha convertido en un aspecto crucial para que puedas diferenciarte de tus competidores. El branding, tal y como lo conocemos, ha evolucionado mucho más allá de los logotipos y los manuales. Hoy en día, las marcas son entes complejos que se adaptan y cambian en tiempo real.
Por si nunca escuchaste este concepto, el branding se centra en hacer conocida y deseada una marca de forma tangible, a través de los elementos que lo componen como naming, logotipo, paleta de color, entre otros, e intangible ya que, si estás usando una buena estrategia, ejerce una imagen positiva en la mente y el corazón de los consumidores.
¿Por qué es importante tener una identidad de marca definida?
–Impulsa el reconocimiento: los consumidores tienden a comparar a empresas con las que están familiarizados. Si tu marca es consistente y fácil de reconocer, puede ayudar a las personas a sentirse más cómodas comprando tus productos o servicios.
–Mejora tu posicionamiento: en un mundo totalmente globalizado es fundamental diferenciarse de la multitud. El crecimiento de tu empresa es directamente proporcional al posicionamiento que tengas en la mente de tu segmento objetivo, es decir, cómo te percibe tu buyer persona: ¿En qué piensan al escuchar tu negocio? ¿Cuál es su reacción?
–Evoca emociones: al diseñar tu identidad se establece el tono de tu marca, que puede usarse para evocar sentimientos específicos en su audiencia y, así, promover tus objetivos comerciales.
–Construye lealtad: una identidad de marca efectiva puede ayudar a fomentar la lealtad y la confianza del cliente en una marca, crea conexiones conscientes e inconscientes con el público para influir en sus decisiones de compra y, así, lograr mayores conversiones.
5 claves para potenciar tu identidad de marca
El mundo del branding resulta infinito pero te contamos algunos puntos esenciales a tener en cuenta:
1. Analizá tu audiencia: todo parte del cliente ideal. Una vez que definas qué vas a vender, tenés que definir a quién y cómo lo vamos a vender. Para comenzar a construir tu marca es fundamental que sepas a quién te vas a dirigir: cómo se visten, cómo se comunican, qué les gusta, entre otros aspectos.
2. Creá un “moodboard”: no es otra cosa que un tablero en el que se define, utilizando diferentes elementos gráficos, el estilo visual y la personalidad de una marca. Logra hacer tangible lo intangible: cómo querés que tu cliente ideal perciba tu marca.
3. Un naming exitoso: el nombre es uno de los activos más valiosos de una marca. Debe ser fácil de pronunciar, de recordar y debe estar disponible para ser registrado. Además, no te olvides de chequear su significado en otros países.
4. Disponé de un manual de marca: un punto importante que muchos olvidan y resulta imprescindible a la hora de construir una marca. Es un documento en el que se recogen todas las directrices a seguir para tener una imagen coherente y expresar de forma uniforme la identidad corporativa de la marca: aplicación del logotipo, paleta de colores, tipografías y más. Si aún no contás con uno, te recomendamos invertir en él, conocé nuestro portfolio.
5. Sumá valor intangible: cuando pensamos en las marcas estamos pensando en imágenes de momentos que se asocian a esa marca. Allí es donde debemos trabajar la identidad, en aquello que queremos que nos asocien. El trabajo más importante para lograr esto, es decodificar qué imágenes están asociados al cliente con el atributo de la marca que queremos posicionar, por eso es importante partir de un buen análisis a tu audiencia y tener un moodboard a mano.
Y porque los ejemplos visuales nos ayudan siempre a comprender los conceptos. Te mostramos los antes y después de varias empresas con las que hemos colaborado.
Ej. Re-branding
