Un “Hotel destino” como su nombre lo indica, es mucho más que un lugar de alojamiento, es un destino en sí mismo. ¿Cómo? Ofrecen una experiencia tan única que los turistas viajan para conocerlo. ¿Querés conocer más de este tipo de hotelería y cómo podés implementarlo? ¡Seguí leyendo!
¿Qué los hace tan especiales?
Lo que caracteriza principalmente a este tipo de hoteles más allá de una excelente atención o ubicación geográfica, es la experiencia en sí. La temática, la idea conceptual y lo que ofrecen no se puede encontrar en cualquier otro alojamiento. Un ejemplo de esto podría ser el Hotel Cap Negret, que se especializó en el cicloturismo e invirtió en instalaciones para este nicho aprendiendo de las necesidades de los propios ciclistas. Otro ejemplo podrían ser hoteles gamers, musicales o establecimientos donde se integra un chef de renombre en su restaurante.
Todos estos factores son únicos, diferentes y hacen que además de los atractivos turísticos, las personas quieran visitar el hotel en sí.
¿Cómo convertirse en un hotel destino?
Esta no es tarea fácil, pero marcará la diferencia entre tu alojamiento y la competencia, así que es algo que podrías considerar en el mediano plazo. Te compartimos las claves para lograrlo:
1- Segmentación del nicho de mercado:
Los hoteles destinos se especializan en grupos específicos, volviendo a los ejemplos, el Cap Negret se especializa en ciclistas mientras que otro puede especializarse en gamers o streamers, y podrían tener todas las comodidades para ellos. No todos los hoteles llaman la atención a todas las personas, así que lo primero sería definir en qué público vas a focalizarte y hacer un análisis exhaustivo de sus gustos, qué comodidades necesitan, qué es lo que valoran y qué les es indiferente.
2- Localización:
¡Tu localización puede ser tu factor diferencial! No es lo mismo un alojamiento en el centro de la ciudad que unas cabañas en un lugar tranquilo rodeado de sierras o cerca de un lago. Si a la ubicación le sumamos una temática única, el atractivo para los turistas va a ser mayor.
3- Servicios y productos ofrecidos:
Las experiencias pueden ser dentro o fuera del hotel y esto está muy relacionado con el nicho de mercado. Por ejemplo si te vas a enfocar en un nicho que disfruta de la naturaleza, se podrían ofrecer recorridos guiados, actividades de aventura o clases de cocina regional o yoga. Siempre hay que tener en mente qué es lo que puede enriquecer la experiencia de las personas dentro de nuestro nicho.
4- Arquitectura:
Otro punto que no podemos pasar por alto es el diseño del hotel. Muchos turistas disfrutan de la belleza e historia de las instalaciones, si tu establecimiento tiene una gran historia o incluso mantiene detalles antiguos, ¡es un alojamiento perfecto para ellos! Podés crear un ambiente único y memorable que cuente una historia.
5- Gastronomía:
Es una de las variables más sencillas de modificar y podrás diferenciarte al ofrecer platillos exóticos y distintos o integrando a chefs de renombre. Poder degustar sus platillos será un destino excepcional para los turistas que disfrutan de la gastronomía.
6- Responsabilidad Social y sostenibilidad:
Para muchos visitantes, relacionarse con marcas sustentables es clave. Es por eso que muchos hoteles destino implementan prácticas de sustentabilidad y buscan reducir su impacto ambiental.
Más allá de un alojamiento
En síntesis, los hoteles destino son aquellos que van más allá de simplemente ofrecer alojamiento, convirtiéndose en puntos de referencia en sí mismos. Como vimos, hay muchas formas de diferenciarse de la competencia, creando experiencias memorables, incorporando elementos locales y personalizando y enfocándose en el nicho que cada marca prefiera.
Hoy en día, diferenciarse es clave para posicionarse en el mercado, y ser un hotel destino puede ser la clave de éxito de tu negocio.